POR UN AIRE LIMPIO

7 de septiembre de 2023 | Editorial, Destacada

En todo el mundo existe hoy una legítima preocupación por el cuidado de nuestro planeta. Todos hemos visto y oído en los noticieros información sobre los preocupantes cambios en las temperaturas, como consecuencia del  cambio climático, que de un tiempo a la fecha se ha traducido en lluvias torrenciales, sequías devastadoras, calor excesivo y huracanes, entre otras calamidades.

Como creyentes en Dios, lo que sucede en el mundo en materia climática nos recuerda uno de nuestros principales deberes: cuidar la tierra, el hogar que Dios nos dio para vivir en él mientras tengamos vida: Los cielos son los cielos del Señor; pero la tierra la dado a los hijos de los hombres” (Salmos 115:16. La Biblia de las Américas).

Jovenes se dedican a reforestar.

Respecto a la responsabilidad de los hombres en el cuidado de la tierra, Génesis 2:15 nos dice: “El Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén para que lo cultivara y lo cuidara”.  

La palabra de Dios deja en claro que el deber del hombre es cuidar solícitamente los cielos y la tierra: el aire, los ríos, los mares y los lagos del planeta, evitando la contaminación ambiental que degrada la salud de los humanos y de los seres vivos.

El reto es pensar, actuar y vivir diferente, empezando poco a poco desde nuestras casas, en nuestras congregaciones, en todo lugar. Tenemos que ser conscientes de la cantidad de basura que generamos, esforzándonos en disminuir las 13 millones de toneladas de plásticos que son vertidos cada año en los océanos. Se trata de poner atención a las recomendaciones de las autoridades sobre las diferentes formas de reciclar basura y desechos. 

Como familia de fe, La Luz del Mundo se ha dado a la tarea de  reemplazar vasos y platos descartables por otros que puedan lavarse y reutilizarse, además de trabajar en proyectos claros de reforestación, de rescate y saneamiento de espacios públicos, sean parques, jardines, muros verdes verticales, trabajando en el desarrollo de una cultura de responsabilidad sustentable. 

Entendemos que hay mucho por hacer, pero hemos iniciado con pequeños cambios, mejorando la manera en que vivimos, respetando la creación, y cuidando nuestro medio ambiente.. Las acciones posibles dependen del entorno en el que vivimos y están sujetas a las posibilidades que de manera responsable desarrollemos cada uno de nosotros.

Jornada de reforestación en Banderilla, Veracruz.

La mera supervivencia no es para nosotros parte de nuestras opciones en la  expectativa de vida que Dios nos ofrece.. El Señor vino a darnos vida, a enseñarnos cómo vivir, y nos dijo que vivamos de manera plena, que nuestra vida sea abundante. Esta forma de vivir trasciende por supuesto, la una visión egoísta, del gozo y disfrute mezquino de las cosas,  y nos lleva hacia una dimensión de responsabilidad planetaria, donde entendemos que Dios nos bendijo con una importante encomienda,  nos puso en esta tierra para cuidarla, protegerla y disfrutar de ella, con responsabilidad. 

Esta es una forma de unirnos a la celebración de este 7 de septiembre: el “Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul”, establecido en 2019 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

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