Desde las 8:00 hrs, fueron arribando los miembros de las iglesias provenientes de diversos puntos del condado de San Diego, California, al Manchester Grand Hyatt Hotel ubicado en una de las principales avenidas de la ciudad. Los coros amenizaban el ingreso de los cientos de miembros que fueron llenando el lugar en poco tiempo; las banderas eran el principal adorno del evento ya que era la Ceremonia de Bienvenida a los delgados.
La Ceremonia de Bienvenida de la Santa Cena es un evento que enmarca la multiculturalidad de la Iglesia: coros, culturas, etnicidades, idiomas y banderas, en simbolismo de la presencia de la Iglesia en más de 60 países del orbe, y también marca el inicio de la Santa Convocación que refiere a los días en los que se desarrolla la festividad espiritual.
Jóvenes, matrimonios y familias se observaron con mucha alegría en sus rostros, las sonrisas estaban en todos los presentes, muchos desde la distancia abriendo sus brazos para estrecharse en un efusivo abrazo con el amigo, los parientes, los conocidos, que por fin se vuelven a encontrar. Lo más grandioso es que se encuentran perseverando en la fe y la esperanza y una vez más en unidad vienen a conmemorar el sacrificio que les dio vida, que les brindó la esperanza de una vida eterna, vienen a recordar la muerte y resurrección del Señor Jesucristo.
Los cánticos de los coros y las expresiones de fe de los miembros que aguardaban con emoción el inicio de la Ceremonia, no dejaban de llenar el salón de un ambiente de espiritualidad y fe.
El reloj marcaba las 10:00 hrs, cuando en los altavoces del evento se escuchó: “Voz de júbilo y de salvación hay en la Iglesia La Luz del Mundo…”, fueron las primeras expresiones del Pastor que presidió, dando inicio a la consagración inicial.
La bandera del país de los Estados Unidos de Norteamérica abrió la pasarela, de tras de ella comenzaron a desfilar los ministros que asistieron del país de México, tras ellos, los delegados de la iglesia de Escondido, California desfilaron por el pasillo principal, seguidos por los representantes de las iglesias de Fallbrook, National City, Oceanside, San Diego, Spring Valley y Sur San Diego. Mientras los coros entonaban: “Bienvenidos, Bienvenidos, los hermanos hoy aquí nos gozamos al decir: Bienvenidos, Bienvenidos, al volvernos a reunir, Bienvenidos.”, los presentes levantaron sus manos para dar la bienvenida a todos los delegados.
En tanto que los coros entonaban su alabanza espiritual de bienvenida, llegó el emotivo momento de estrecharse en un abrazo fraterno entre los presentes con sus rostros impregnados de alegría, lágrimas de emoción y felicidad, todos se dieron la bienvenida y juntos, doblando sus rodillas, dieron gracias a Dios. ¡Llegaron a la Santa Cena!
Por la tarde, los miembros se reunieron para continuar con las reuniones programadas, en donde el ministro expuso la importancia de la intervención de la autoridad apostólica para la celebración de la Santa Cena ya que, en el orden que estableció nuestro Señor Jesucristo en su iglesia, dispuso primeramente apóstoles en quienes depositó su autoridad para que, en su nombre, se conmemore la muerte del Señor.
Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
(1 Corintios 11:23)
Así concluyó el primer día de Santa Cena, en donde los hermanos fueron a descansar con la grande bendición en sus corazones, deseosos de regresar al siguiente día para seguir alegrandose en esta hermosa festividad.