La Santa Convocación se celebró durante tres días en el Hotel Manchester Grand Hyatt de San Diego, California, donde miles de miembros de las congregaciones del área de San Diego se reunieron para escuchar atentamente a los estudios bíblicos presididos por ministros invitados a la Santa Convocación.
El propósito de la exposición de los temas durante la Santa Convocación es animar a los fieles a continuar con firmeza en el camino establecido por el evangelio de Jesucristo y ser luz del mundo a través de buenas obras. Los mensajes doctrinales recordaron ejemplos bíblicos del amor de Cristo por la humanidad y la importancia de vivir en los valores y principios cristianos.
El 25 de abril, en el templo ubicado en el histórico Barrio Logan de San Diego, los que habían recibido la predicación de la doctrina de Jesucristo, en uso de su libertad de religión, decidieron bautizarse y vivir según los preceptos cristianos inspirados por el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.
En un ambiente de solemne espiritualidad, el ministro que dirigió el servicio de bautismos invitó a los que querían ser bautizados a acercarse al altar y participar en una profesión de fe levantando la mano derecha y diciendo amén y al hacerlo, afirman su libre aceptación en cada una de las preguntas de profesión de fe para proceder a la ceremonia del bautismo efectuado por un diácono de la Iglesia del Señor, quien, por la autoridad apostólica, invocó el nombre de Jesucristo para el perdón de los pecados y oportunidad de la vida eterna. En el bautismo cada persona es sumergida completamente en agua, que representa la sangre de Cristo y así, pasa a formar parte de la iglesia de Jesucristo.