Un santuario de bienvenida en el Suroeste
El sábado 25 de mayo, bajo el cielo matutino y mientras el sol proyectaba sus rayos dorados sobre el desierto Sonora, las puertas del Renaissance Phoenix Glendale Hotel se abrieron para miles de asistentes a la fiesta más grande de la Tierra.
Un oasis espiritual se manifestó en la Ceremonia de Bienvenida a la Santa Cena 2024 en Phoenix, Arizona, la cual comenzó oficialmente bajo las banderas del amor, la fraternidad y la unidad. Sonrisas llenas de alegría se percibían en toda la sala a medida que los hermanos llegaban para participar en este sagrado memorial. Un dichoso aroma de esperanza impregnaba los pasillos en los que los hermanos se dirigían al lugar preparado para las ceremonias en inglés y español, realizadas simultáneamente.
Mientras los hermanos se acercaban, melodías en la distancia llenaban el ambiente, era el coro de la Iglesia del Señor declarando su presencia, cantando hermosas melodías de alabanza y adoración a nuestro Dios y a SU Hijo amado, nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
A las 10:00 de la mañana comenzó la Ceremonia de Bienvenida, tanto en inglés como en español. Entre los congregados, un mensaje de fraternal bienvenida, amor y esperanza resonó mientras la feligresía recordaba el sacrificio redentor de nuestro Señor Jesucristo.
La bandera de Estados Unidos abrió el desfile de delegados, seguida por los ministros de El Salvador y México. A continuación, los ministros de los estados asistentes de los Estados Unidos desfilaron por el pasillo, encabezados por sus respectivas banderas. Cuando el ministro que presidía la ceremonia anunció sus nombres, las congregaciones de Arizona, Nevada, Nuevo México y Utah manifestaron su presencia durante el desfile, caminando por el pasillo central del recinto.
A medida que los coros alzaban sus voces entonando el himno «Bienvenidos», los asistentes a la ceremonia de Phoenix se abrazaban en un gesto fraternal y afectuoso. Se contemplaban rostros radiantes de alegría y felicidad, mientras se saludaban mutuamente con afecto.
La Santa Convocación tiene como objetivo principal la celebración de la Santa Cena establecida por nuestro Señor Jesucristo.
